lunes, 18 de abril de 2011

UBICACIÓN Mayas, Aztecas e Incas

Mapa de ubicación de los Mayas, Aztecas e Incas.

GUARANÍES

Zona geográfica que habitaban:
Los Guaraníes habitaban el territorio que corresponde al suroeste de Brasil, noreste de Argentina, Paraguay, parte de Bolivia y parte de Uruguay.


Vestimenta:




Los guaraníes conocían un rústico telar, con el cual fabricaban el tipoy, que le servía de vestido. Su ornamentación corporal era rica en pinturas, collares, brazaletes, rodilleras (plumas).









Desarrollo tecnológico:
Se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de plantas comestibles, pero llegaron a ser grandes agricultores; lo demuestra el hecho de que obtuvieran diversas plantas tropicales para su cultivo y domesticaran animales como patos, gallináceas, loros y papagayos. Sus armas eran el mazo, el arco y las flechas. Algunas formas de expresión artística fueron la alfarería pintada, la cestería y los tejidos. Dormían en hamacas tejidas en sencillos telares verticales.

Arquitectura:
El “oga”, vivienda común, que albergaba de cincuenta a doscientas personas, estaba construido con troncos de árboles y techos de palmeras. Hamacas y catres eran sus camas. Cuando se analiza el tema de la arquitectura durante las misiones, se encuentra en su desarrollo tres etapas—la nutrida con elementos naturales del medio, la misionera, donde predomina la piedra, y la europea injertada, naciente antes de la expulsión— las primeras ciudades jesuíticas fueron mejorando, pero no creando, a las ya existentes ciudades guaraníes.
Los primeros cronistas españoles, admiraron y elogiaron las magnificas ubicaciones de las ciudades guaraníticas, y tanto es así que los propios conquistadores las tomaron como asiento para sus fundaciones, adoptando la práctica de la empalizada para su defensa.

Forma de escritura:
Antes de la conquista española de América en el siglo XV, el pueblo guaraní no tenía un sistema de escritura. Los primeros textos en guaraní fueron escritos por misioneros jesuitas, que usaron el alfabeto latino.
El nombre guaraní del alfabeto achegety es un neologismo formado con a-che-ge (el nombre de las tres primeras letras) y ty que significa "agrupación", "conjunto".

Producción literaria:
Los primeros hallazgos siguieron a partir del antropólogo paraguayo León Cadogan, cuya compilación titulada Ayvu Rapyta (El Fundamento de la Palabra), que se dio a conocer hacia el año 50, es considerado el más importante texto mítico de los indígenas guaraní, a la par de los grandes textos sagrados de otros pueblos americanos, como el Popol Vuh de los mayas.
Los poetas de este grupo cultivaron una poesía que adoptó las formas clásicas de la lírica española como el Romance.

Entre los más destacados poetas de esta época se cuenta a Félix Fernández, Emiliano R. Fernández, Teodoro S. Mongelós, Darío Gómez Serrato y Carlos Miguel Jiménez.
Sus géneros literarios van desde los textos míticos de los mbyás, hasta las canciones religiosas secretas y las del lenguaje corriente.                                  
A continuación, se mostrará un video sobre la cultura guaraní: http://www.youtube.com/watch?v=38LITpYWQOI

DIAGUITAS

Zona geográfica que habitaban:





Habitaban los cerros y valles del noroeste de Argentina (NOA), en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La  Rioja, norte de San Juan, extremo noroeste de Córdoba (Argentina) y el Norte Chico de Chile.






Vestimenta:








La vestimenta de los diaguitas consistía en especies de camisas sin mangas, de algodón o lana. Sobre ellas llevaban un poncho, sobre la cabeza un gorro y calzaban sandalias de cuero.






Desarrollo tecnológico:
Los cultivos eran posibles gracias al alto desarrollo tecnológico que poseían para la irrigación de la tierra mediante acequias y canales artificiales.

Arquitectura:
En las ciudades y poblados diaguitas y calchaquíes destacaban edificios particulares y públicos, estos últimos de carácter militar o religioso y otros, más rudimentarios, que
sirvieron de silos, almacenes y corrales. Esas poblaciones, que en tiempos de la conquista fueron llamados “pueblos viejos”, estuvieron situados generalmente, al pie de los cerros, no así sus fortalezas, los “pucarás”, que fueron edificadas en la parte alta. Hacia ellos se dirigían que los habitantes de las primeras en tiempos de guerra ya que disponían de murallas y defensas adecuadas.

Forma de escritura:
Idioma del pueblo diaguita era el kakán, que según las fuentes se lo llama también kaká, caca, kaka y chaka. Es una lengua actualmente extinta, de la que se conservan topónimos y otras escasas palabras en el habla coloquial de los habitantes de las zonas del norte de Chile, Argentina y sur de Bolivia.
Se hablaba en los Valles Calchaquíes de Salta y Tucumán, toda Catamarca, gran parte de La Rioja, parte oeste de Santiago del Estero (la sierra y el río Dulce) y norte de San Juan (río Bermejo, Valle de Jáchal y Valle Fértil) y, en mucha menor medida, en el extremo noroeste de Córdoba.

Producción literaria:
Leyenda de la cultura guaraní: "Los Pétalos de la Rodocrosia"
Después de días y noches de andar, el chasqui andalgalá alcanzó el último tramo del camino que conducía a la morada del rey inca. Llevaba una singular ofrenda destinada al gobernante: tres gotas de sangre petrificadas; el precioso hallazgo íue recibido con mucha emotividad.
En el lago Titicaca, en tiempos pasados, se había construido el templo de las acllas: las vírgenes sacerdotisas del Inti. En ese sitio se encontraban anualmente el sol y la luna para fecundar los sembradíos y asistir a la sagrada elección de quien heredaría la responsabilidad de perpetuar la sangre inca.
Un día, el invencible guerrero Tupac Canquí se atrevió a ingresar a la sagrada construcción desafiando la tradición incaica. Desde el instante en que la descubrió, nació su amor por la bella ñusta aclla. Ella lo correspondió consciente de ignorar las restricciones del Tawantinsuyo para las elegidas.
Juntos, escaparon hacia el sur; buscaban proteger el vientre de la aclla lleno de vida. El poder imperial bramó y destinó infortunados grupos armados a castigar a los culpables de la transgresión.
Tupac Canquí y la ñusta aclla se instalaron cerca del salar de Pipando, donde tuvieron muchos hijos descendientes de los aymarás, que fundaron el pueblo diaguita. Sin embargo, jamás lograron deshacerse del hechizo de los chamanes incas. Ella falleció y su cuerpo fue sepultado en la alta cumbre de la montaña; él murió poco tiempo después, ahogado en su triste soledad.
Una tarde, el chasqui andalgalá descubrió la tumba de la ñusta aclla impresionado por ver cómo florecía, en pétalos de sangre, la piedra que la cubría. Rápidamente salió del estupor y arrancó una de las rosas para ofrendar al rey inca. El jefe del imperio, aceptando con emoción la flor de la rodocrosita, perdonó a aquellos antiguos amantes furtivos.
En adelante, las princesas lucieron con orgullo trozos de la piedra rosa del inca, símbolo de paz, perdón y amor profundo.


Otra de las leyendas importantes de la cultura diaguita, es la de "Chaya y Pujillay"

Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamorò perdidamente del Príncipe de la tribu: Pujllay, un joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requirimientos amorosos de la hermosa indiecita. Fue asì como aquella, al no ser debidamente correspondida, se interno las montañas a llorar sus penas y desventuras amorosas, fue tan alto a llorar que se convirtió en nube. Desde entonces, solo retornar anualmente, hacia el mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna (Quilla), en forma de rocio o fina lluvia.
En tanto Pujllay sabiendose culpable de la desaparicion de la joven india, sintio remordimiento y procedio a buscarla por toda la montaña infructuosamente. Tiempo despues, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la luna de febrero, volvió el tambien al lugar para continuar la búsqueda pero fue inútil. Allí, la gente que festejaba la anhelada cosecha, lo recibia con muecas de alegria; el por su parte, entre la algarabia de los circuntantes, prosiguió la búsqueda con profunda desesperación, aunque el resultado totalmente negativo. Poe ello, derrotado, termino ahogando en chicha su soledad, hasta que luego, ya muy ebrio, lo sorprendio la muerte. Punto final de un acontecer que se repite todos los años, a mediados de febrero...
La tradición popular rescató a estos personajes y en sus vcablos se demuestra el sentido de esta fiesta: Ch'aya (en quichua: "Agua de Rocío") es símbolo de la perenne espera de la nube y de la búsqueda ancestral del agua. (Algo que no abunda en La Rioja y es vital); y "Pujllay", que significa: "jugar alegrarse", quién para estos carnavales vive tres días, hasta que es enterrado el próximo año...

AZTECAS

Zona geográfica que habitaban:
Los aztecas establecieron México-Tenochtitlan en el centro del Valle de México, expandiendo su control hacia ciudades-estado ubicadas en los actuales estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Estado de Hidalgo, y parte de Guatemala.

Vestimenta:
Las mujeres llevaban el huipil y quechquemitl, camisola, una falda debajo, y mantilla, respectivamente. Los pigmentos para teñir los géneros eran de origen natural, el índigo, por ejemplo, provenía de una planta indigófera y el rojo o púrpura se extraía de un tipo de caracol.
Los hombres usaban el maxtle o taparrabo, una tira de algodón que pasaba por las ingles, enlazándose a la cintura y una especie de sandalia llamada cactli que sólo tenían talonera y tiras para ser anudadas a la pantorrilla.

Horóscopo azteca
Desarrollo tecnológico:
Los aztecas se destacaban en la astrología, las matemáticas, la astronomía y la agricultura. El hombre precolombino enfrentado al misterio de su futuro elevó la mirada al cielo y quiso encontrar una forma de predicción. El mejor recurso lo halló en otro método de interpretar la Astrología. No resulta sencillo interpretar el Calendario Astrológico de los Aztecas. Se sabe que fue copiado de uno que utilizaban los mayas y se encontró en forma de disco de piedra después de la destrucción de México en 1521.





Arquitectura:
Las construcciones aztecas eran hechas de piedra. Medían aproximadamente 30m (9 o 10 pisos). Tenían jardines alrededor del templo y murallas que las protegían. Poco queda de la arquitectura azteca. Sólo subsisten los restos del Templo Mayor de Tenochtitlan.
La arquitectura azteca refleja los valores y la civilización de un imperio, y estudiar la arquitectura azteca es fundamental para entender la historia de los aztecas, incluyendo su migración de un lado a otro de México y su nueva representación de rituales religiosos.
Templo Mayor: allí confluían los aspectos más importantes de la vida política, religiosa y económica de México. Su construcción se realizó en siete etapas y con el paso del tiempo el templo alcanzó una altura aproximada de 60 metros. En su cima se encuentran dos templos, uno dedicado al culto de Tláloc (dios de la lluvia), y el otro a Huitzilopochtli (dios de la guerra).
Aquí, un video sobre la construcción del Templo Mayor: http://www.youtube.com/watch?v=OKl2NSQagRc&feature=related

Forma de escritura:
Los Aztecas escribían usando símbolos similares a los caracteres usados por los chinos y los japoneses. Todos los símbolos eran dibujos de una clase o de otra.
Los símbolos pueden ser vistos como ideogramas en los cuales los objetos expresan su propia naturaleza. Las ideas de la muerte pueden ser representadas por un cadáver envuelto para el entierro, la noche por un cielo negro y un ojo cerrado, guerra por un escudo y un garrote, o discurso por una lista saliendo de la boca de la persona que esta hablando. Conceptos que envolvían ideas de movimiento, caminar, migrar o una secuencia de eventos, eran usualmente representados por una secuencia de huellas dirigiéndose a la dirección adecuada.
También había un elemento fonético en la escritura Azteca. Toda palabra en el lenguaje hablado tiene un sonido así como un significado, y los glifos eran algunas veces usados para indicar el valor fonético de la palabra en lugar de su sentido. De esta manera, para dar un ejemplo del español, un dibujo de un ojo es un pictograma (que significa un ojo como parte del cuerpo) o un ideograma (expresando la idea de visión); un fonograma expresaría el sonido aunque el dibujo no tuviera nada que ver con el significado.

Producción literaria:
  • Aunque muchos códices fueron destruidos por los conquistadores, de todas maneras, han llegado a la actualidad por medio de misioneros o de la tradición oral algunas obras indígenas.
  • La poesía azteca era cantada y bailada, los temas eran los héroes, la historia, la vida y la muerte, cargados de significación religiosa. Componían también himnos a los dioses: los cantos divinos (teocuícatl) y los cantos guerreros (yaocuícatl).
Los temas de la poesía azteca revelan la concepción filosófico religiosa de este pueblo: se refiere a la fragilidad de todo lo terreno, de la vida después de la muerte y de la gloria de morir luchando.
Una de las poesía azteca más relevante es la de la "VIDA Y LA MUERTE"
No es verdad que vivimos,
no es verdad que duramos
en la tierra.
¡Yo tengo que dejar las bellas flores,
tengo que ir a buscar el sitio del misterio!
Pero por breve tiempo,
hagamos nuestros los hermosos cantos.
 
Sólo venimos a dormir.
Sólo venimos a soñar.
¡No es verdad, no es verdad
que venimos a vivir la tierra!
Como hierba en cada primavera
nos vamos convirtiendo:
está reverdecido, echa sus brotes,
nuestro corazón.
Algunas flores produce nuestro cuerpo
y por allá queda marchito.
 
¡No te amedentres, corazón mío:
allá en el campo de combate ansío morir al filo de obsidiana!
Sólo quieren nuestros corazones la muerte de guerra.
Oh, los que estáis en lucha.
Yo ansío la muerte al filo de obsidiana.
Sólo quieren nuestros corazones la muerte de guerra.
 
Y lo llamaron Teotihuacán, porque era el
lugar donde se enterraba a los señores.
Pues decían:
cuando morimos no es verdad que morimos
porque vivimos, resucitamos, seguimos viviendo,
despertamos.
  • Usaban el verso de dos hemistiquios.


Algunas de las poesías escritas por los aztecas fueron: Ánimo; Atavíos de Xochipilli, príncipe de la flor; El Ave y la Mariposa; ¡Huida de Quetzalcoat!; entre otros.

MAYAS

Zona geográfica donde habitaban:
Habitaron una zona que abarcaba el sur de México, la península de Yucatán (actual Guatemala) y las zonas cercanas de América central.

Vestimenta:
Debido a que una gran mayoría estaba dedicada a los trabajos de la tierra, el vestuario era sencillo y de carácter funcional: las mujeres usaban una falda denominada Huipil que llevaban con un manto en el torso. Asimismo, cabe mencionar ciertas diferencias según la ubicación geográfica. Las mayas guatemaltecas usaban faldas largas y blusas con bordados brillantes y coloridos.



Desarrollo tecnológico:
Candelario maya
Los Mayas usaban ya en el llamado Período Clásico (años 200 a 900) un sofisticado sistema numérico vigesimal. Los mayas eran grandes observadores del tiempo. Contaban con diversos sistemas calendarios. El pueblo Maya logró dominar prácticamente todas las técnicas de la escultura. En la alfarería se distinguieron por la difusión y gran variedad de estilos, en los cuales usaron: grabado, en alto y bajo relieve, policromos, además de adornos especiales.









Arquitectura:
Pirámide maya
Una de las manifestaciones Mayas más espectaculares fueron sus construcciones, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días en forma más o menos completas, y de muchos otros que aun permanecen sepultados; y podemos observar que sus características muy propiamente son aportaciones universales. Se han encontrado por todo el territorio en todos los estilos y tamaños, impresionantes altares, estelas, dinteles, etc. en los cuales han quedado esculpidos para la posteridad los grandes sucesos históricos de éste pueblo. Los Mayas también lograron formidables adelantos en las construcciones de acueductos, cisternas, drenajes, obras hidráulicas, fortalezas, murallas y calzadas.

Forma de escritura:
Los “jeroglíficos mayas” fue el sistema de escritura usado por la civilización maya precolombina en Mesoamérica, siendo el único sistema de escritura descifrado de los sistemas de escritura mesoamericanos. La escritura maya usaba logogramas complementados por un juego de glifos silábicos. La escritura maya fue llamada "jeroglífica" por los antiguos exploradores europeos de los siglos XVIII y XIX, quienes encontraron que tenía ciertas similitudes en su apariencia con los jeroglíficos egipcios.

Jeroglíficos mayas
Producción literaria:
Los libros de la literatura maya que se conocen, son de temas religiosos y mitológicos y no son de fácil interpretación. Hacen continua alusión a su historia, su religión y la ciencia de su época, con un profundo sentido patriótico y poético. Entre los más principales, se destacan:
  • "El Libro de Chilam Balam" es uno de los más famosos, pues refleja la desesperación del aborigen por la invasión de los conquistadores. Se hallaron varias versiones de esta obra, con contenidos distintos según el pueblo que la hubiera escrito, pues se hacían diferentes versiones en los distintos clanes. Pero por su contenido de diversos temas: religiosos, históricos, literarios, sobre astronomía y calendarios, se puede apreciar toda la sabiduría del pueblo maya.
  • El "Popol Vuh", "Las antiguas Historias del Quiché",  el más conocido, es el libro sagrado de los indios quichés que habitaban en la zona de Guatemala.

Se explicaba en él el origen del mundo y de los indios mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos.
Se puede señalar que hay allí una conjunción de religión, mitología, historia, costumbres y leyendas. Es esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones mayas de quienes habitaban la región guatemalteca; pero también aparecen agregadas algunas ideas cristianas, lo que hace suponer que el autor conocía a misioneros católicos. No se conoce el nombre del autor  pero por datos sacados del contenido de la obra, se supone que ha sido escrito hacia 1544.
  • El "Rabinal Achí": Se ha conservado esta pieza dramática escrita en el pueblo quiché y que trata sobre la rivalidad entre dos ciudades-estados, y la captura y muerte de un guerrero notorio.
  • Los "Anales de los Cakchiqueles" es una conjunción de datos históricos, mitológicos y religiosos, escrito en lengua maya y caracteres latinos.
En el siguiente video, se mostrará un documental resumiendo la cultura maya: http://www.youtube.com/watch?v=9fC5XTDJOns

INCAS

Zona geográfica donde habitaban:
Perú es más conocido como la tierra de los Incas. Está situado en la costa del Pacífico, en la parte norte central de Sud América. Su imperio estaba ubicado en América del sur. Abarcaba los siguientes países, comprendidos desde el norte de Chile al sur de Colombia, cubriendo los territorios actuales de Bolivia, Perú, Ecuador hacia el Pacífico. Su territorio se situaba en parte sobre la cordillera de los Andes.

Vestimenta:
La vestimenta de los incas era muy sencilla: las mujeres usaban un vestido largo, atado a la cintura por una faja, un manto que se echaba sobre los hombros y sandalias u ojotas. Los hombres vestían un taparrabo, una túnica sin mangas llamada uncu, y un manto y sandalias similares a las de las mujeres.
Las vestimentas y adornos del emperador seguían la misma línea de los que usaba el resto de la población, pero la diferencia consistía en que eran más ricas y refinadas.
Vestimenta ordenada según posición social: desde el Inca (rey) hasta el cultivador.










Desarrollo tecnológico:
Los Incas tenían grandes conocimientos de ingeniería, incluso para los estándares actuales. Un ejemplo de esto es el empleo de piedras de más de una tonelada en sus construcciones (por ejemplo en Machu Picchu, Perú), puestas una junto a la otra ajustando casi perfectamente. Los pueblos tenían canales de irrigación y sistemas de drenaje, lo que hacía muy eficiente a la agricultura. Tenían buenas tecnologías de construcción y agrarias, aunque ya tenían varios conocimientos de orden astronómico.

Arquitectura:
Machu Pichu - Cusco
Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de arquitectura pública que se distinguió principalmente por sus técnicas avanzadas de ingeniería y de trabajo fino de la piedra. El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas principales atravesadas por calles más pequeñas que convergían en una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos. Las estructuras eran de un solo piso, con un perfecto ensamblado de piedras talladas; también se usaban ladrillos de adobe y paja en las regiones costeras. Para la construcción de grandes monumentos tales como la gran fortaleza de “Sacsayhuamán” cerca de Cuzco, unos bloques masivos poligonales fueron ensamblados entre sí con una extraordinaria precisión. En las regiones montañosas, como la espectacular ciudadela andina ubicada en el Machu Picchu, la arquitectura inca refleja a menudo algunas adaptaciones ingeniosas del relieve natural.
A continuación, recopilación de imágenes del Machu Pichu: http://www.youtube.com/watch?v=t9ADrIrG8as

Forma de escritura:
Al hablar de escritura inca, se hace referencia al medio por el cual los Incas pudieron haber expresado en distintos materiales, textos o poemas de su lengua franca: el quechua. El sistema de escritura se dedujo decodificando los posibles significados de los nudos en los quipus (conjunto de cuerdas, unas largas principales, de las cuales colgaban otras más pequeñas) y en los diseños geométricos de los tocapus en los textiles incas.
“Quipu”, que consistía en una serie de nudos puestos en unas cuerdas, que indicaban las unidades, centenas, decenas, millares, etc., y las cuerdas se ataban a otra cuerda más gruesa.

Producción literaria:
Los Incas no conocieron la escritura, pero esto no fue obstáculo para que desarrollaran una literatura en lengua quechua en géneros como el épico, el dramático y el lírico. Algunos ejemplos son: poesías como los haylli, que eran una especie de himnos guerreros, o los harawi, que, por el contrario, eran canciones de amor y de ausencia.


Durante los primeros siglos de la colonia, el género más característico fue la crónica. Entre los cronistas que nacieron en el Cusco o que crearon su obra en la antigua capital incaica destacan Inca Garcilaso de la Vega, con sus "Comentarios Reales de los Incas" (1609); Vasco de Contreras y Valverde, con su "Relación de la Ciudad del Cuzco" (1649); Diego de Esquivel y Navia, autor de las "Noticias Cronológicas de la Ciudad del Cuzco" (1749), y, finalmente, Ignacio de Castro, quien escribió una "Relación de la Fundación de la Real Audiencia del Cuzco" (1788). Un hombre de letras que también alcanzó renombre en su tiempo y que es considerado hasta ahora uno de los pilares de la literatura peruana colonial fue Juan Espinoza Medrano, "El lunarejo", autor de un "Apologético en favor de Luis de Góngora" (1662), de gran maestría estilística.

El Inca Garcilaso de la Vega (1540-1616) es, sin embargo, quien alcanza estatura universal. Para muchos encarnación del mestizaje que se produce en tierras peruanas tras la conquista española. Garcilaso es ante todo el autor de esa mezcla de crónica histórica, literatura y autobiografía que son los "Comentarios Reales de los Incas", libro escrito en plena madurez intelectual y en el que el Inca hace una reconstrucción de la vida en el imperio de los incas, no siempre fidedigna pero llena, en cambio, de la admiración que los cusqueños sienten por ese período de su historia.

Otro momento interesante de la literatura cusqueña colonial está relacionado con el quechua y se produce a partir de fines del siglo XVII. Por entonces, el nacionalismo en germen de sectores criollos hace que se empiece a producir una literatura en el idioma nativo que busca adueñarse del pasado incaico. Tal es el caso, por citar sólo los ejemplos más representativos, de los dramas en quechua Uscar Pauca y Ollantay. De hecho, algunos estudiosos consideran que el período que va de fines del siglo XVII a finales del XVIII, es el "siglo de oro" del quechua literario.

La literatura del Cusco republicano está marcada por la preocupación que los artistas sienten por la situación de postración en que viven las masas indígenas, así como por el afán de revalorar y rescatar las más diversas expresiones culturales de este sector por entonces mayoritario de la población. En la narrativa, esto se tradujo en el surgimiento de la novela indigenista, cuyas primeras manifestaciones las encontramos en el siglo XIX. Narciso Aréstegui (1824-1869) y Clorinda Matto de Turner son sus máximos exponentes.

Abogado, profesor y político cusqueño, Aréstegui es el autor de "El padre Horán", novela en la que se retrata la vida del Cusco en la primera mitad del siglo XIX y hace una fuerte denuncia de la pobreza de la mayoría de sus pobladores, entre ellos los indios. Clorinda Matto de Turner (1852-1909), es autora de la que es considerada la primera novela indigenista del Perú. "Aves sin nido", en la que se muestra la cruel explotación de la que eran víctimas los indígenas. Entre su amplia producción literaria se encuentran también unas "Tradiciones cuzqueñas" que, al estilo de las "Tradiciones peruanas" de Ricardo Palma, recogen pasajes de la historia de la antigua capital incaica y hechos curiosos ocurridos en ella,

Entre las dos últimas décadas del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX, la ciudad del Cusco conoce el auge de una amplia y variada producción teatral en lengua quechua. Son más de setenta, entre dramas y comedias, las obras que se escribieron y se pusieron en escena en ese período y son numerosos, asimismo, los autores que cultivaron estos géneros literarios, destacando los nombres de Nicanor Jara, José Lucas Caparó y Nemesio Zúñiga Cazorla.

En el siglo XX, es casi imprescindible tener presente eso que podríamos llamar la "mitología literaria" del Cusco, que nos muestra sobre todo la imagen de una ciudad sagrada, cuna de la más alta civilización que floreció en suelo peruano hasta antes de la llegada de los europeos. Precisamente desde esta perspectiva resultan pioneras algunas páginas de esas pilares del indigenismo cusqueño que son Luis E. Valcárcel y José Uriel García.

Valcárcel, con su libro "Del ayllu al imperio" (1925), inaugura esa manera de exaltar la grandeza de la antigua capital del imperio que mezcla el ensayo con la prosa poética y que desde entonces se cultiva incansablemente en el Cusco. Otro libro que publica en 1925, "De la vida inkaika", "Algunas captaciones del espíritu que la animó", está en la misma línea. José Uriel García (1884-1965), condiscípulo de Valcárcel y, como él, polémico ensayista, escritor e historiador, es el autor de "El Nuevo Indio" (1930), en el que se hace un agudo análisis del mestizaje y la aculturación en la sociedad peruana.

La poesía es el género preferido por varias generaciones de escritores cusqueños a lo largo del siglo XX, pero son sobre todo, dos los que destacan y cuya obra trsciende los marcos locales, Luis Nieto Miranda (1911-97) y Andrés Alencastre (1911-83); el primero, un exponente del "cholismo", una vertiente de la poesía peruana que revalora las expresiones culturales de los meztizos o "cholos", y el segundo, el más importante cultor en el Perú de la poesía en idioma quechua.

Figura impescindible también es la del padre Jorge A. Lira, cuya contribución al rescate de la literatura oral quechua, tanto en la vertiente poéticacomo en la de la narración, es sumamente valiosa. "Canto de amor" y "Tutupaka llaqta" son algunos títulos que corroboran lo que se acaba de afirmar. Por lo demás, al hablar de tradición oral, es justo recordar a una de las principales informantes del padre Lira, doña Carmen Taripha, en cuya persona en cierto modo se encarna el genio creativo del pueblo quechua.

En los últimos años, tres narradores cusqueños que en su obra retratan tanto el Cusco urbano contemporáneo como el rural o incursionan en el pasado de la capital incaica, han recibido reconocimiento a nivel nacional. Ellos son Enrique Rosas Paravicino, Luis Nieto Degregori y Mario Guevara Paredes.